EMBROLLOS

Si escribes un poema dirigido a mí, me sorprenderé, como un juego, cosa que no es. Pero quien soy yo, para atreverme a discutir contigo. Si quieres olvidarlo, toma el tiempo y has que eso suceda, no me corrijas a mí, mejor mejora lo que haces. Morirás de risa, el día que me logres vencer, el día que de esta silla me quites, mientras disfruto estar aquí, escribiendo en esta escena del drama, aquí donde todo fluye y cada elemento juega su curso, aquí en un instante inesperado vendrás a quitar mi cuerpo de mi alma. El último punto, el diminuto punto, hace un gran cambio si no lo coloco donde debe ir, o le cambio por un punto y coma o hago que luzca mejor una coma. Un poema, que creo te hará sentir ya una celebridad, escrito que no será de mí, sino de lo que un día fui, no, escrito que solo será de que lo vez. Al final de todo este proceso, es un alivio volver al encierro y disfrutar de esa oscuridad, de ese silencio, de tantas pruebas infernales, un alivio estar en esta habitación. Todos los días, cada minuto, cada oportunidad que tienen de preguntar, como me encuentro hoy, me alegra contestar lo mismo, aun cuando todos me miran sufrir, siempre estoy bien. No, esto parece extraño, hasta me he acostumbrado a todo lo que a diario me visita o incluso me olvida. Tal vez fastidia, no se detiene, se reproducen a diario. Me dejas boquiabierta, te llevas a muchos en un instante, en realidad de todo me sorprendo. Algunos me echaran de menos cuando te permita caminar contigo. Estoy bien, eso lo sé. Usare esas palabras, me olvidare de esas pizcas de bondad que hay escondido detrás de un soneto, no, volveré y terminare esa frase aprovechando esas terminaciones en i, o y n. No es que quiera cambiar esta prueba, porque el examen es cuando es; pero volver y mirar esas escenas, hace que me despierte a la una o a las cuatro de la mañana. La canción, es una evolución que ha sido creada con una intención, la vida con discreción dice pon atención. Tengo tantas dudas y es cuando creo que encuentro respuestas a cada una de esas inquietudes; surge el miedo, es lógico, es normal, es algo que invade y la seguridad se va, después de tanto tiempo, después de haber luchado con tanto y con todo. Escuchar esos sonidos, correr y mostrar una gran sonrisa. Sin embargo, sólo debo elegir una de las dos posibilidades, pedir ayuda o pedir no seguir. Pero solo tengo curiosidad de saber algo más, de saber que ha de suceder después, lo llaman intelectual, pero mi corazón ha de detenerse y solo quiero que se estacione sin que nadie pretenda moverlo de donde se ha quedado. Mi vida se va volviendo cursi, suelo hablar de la vida, de la muerte, de lo bello y de lo feo, un mundo de palabras con rimas y se forman las poesías o solo se quedan así, en palabras. La inteligencia no arregla todo, hay miedo de partir, hay tanto miedo de estar aquí, solo pretendo esconderme hacerme un ovillo y no dejar que me encuentres. El final de cada camino, no se prepara, simplemente llega, como un sueño, es el efecto soporífero.  

Carsavil